Manualidades con niños

sábado, 31 de mayo de 2014

¡¡¡Se abren ventanas!!!

Yo no sé la de puertas que se nos han cerrado en estos últimos años. Perdí la cuenta. Entre medias se ha abierto algún tragaluz que ha dado un poquito de oxígeno a la vida en general. Pero esta primavera está siendo mágica. Un día se abre una ventana tímidamente, otro la hoja está totalmente abierta y al final termina estando de par en par. Y nuestra familia se ha visto reforzada en toda esta adversidad. Yo sé que hay gente que no daba un duro, ni medio, pero ¡oh! ¡sorpresa!, aquí estamos. Felices. Enamorados. Unidos.
¡¡¡Expectante estoy por ver qué de nuevo nos trae esta última parte de la primavera!!!

lunes, 19 de mayo de 2014

Y sumando...

Yo esto lo veía taaaan lejos. 40! Buffff Iba a tardar como 100 años en llegar a cumplirlos jajaja qué lejos se ve todo cuando eres una cría.
Pero lejos de sentirme vieja, como pensaba que me iba a sentir, me siento como una veinteñera pero con cabeza (creo).
Es verdad que tengo el futuro más incierto que he tenido nunca, pero tengo el presente más feliz que jamás pudiese imaginar.
He tenido que llegar hasta aquí, de la manera que lo he hecho, para darme cuenta que la vida puede ser, hasta donde te permita, como tú quieres. Que puedes tener a tu lado a quien tu quieres. Que puedes decir no cuando quieres.
Teniendo en cuenta que me quedan, por estadística, al menos otros 40 por cumplir, no es demasiado tarde.
Me acepto como soy. Me quiero como soy. Seguramente a mucha gente no le gustan mis cambios porque les viene mal que yo ya no haga lo que hacia (decir sí a todo, callar lo que me molestaba y sucumbir a los deseos de los demás sin tener en cuenta los míos). Ay! Pero ahora me da igual.
Mi familia, mis comadres (cuantísimo os quiero) gracias por tantos momentos buenos.
A esas personas que vinieron y se fueron, gracias por enseñarme que todo va y viene y que sí no vuelve, es porque no era para mi.
Mi loca tía Yoli. Tantas risas y tantas lágrimas, tantas confidencias. Gracias por ser mi hermana mayor y estar siempre. Eres mi pilar en la distancia.
He conocido a tantas personas mágicas y maravillosas. Personas que, sin conocerme, me han dado cachitos de su alma.
Mis seres de luz, gracias por tender esos hilos invisibles y hacerme ver en la oscuridad. Estáis siempre conmigo.
Y hoy toca celebrar esos 40 años. Yo había imaginado otra manera, pero esto me pasa por crearme expectativas!! Jajaja!!! A rellenar agujeros en las paredes del salón!!
Feliz día!!!

jueves, 15 de mayo de 2014

Donde Yago encuentra la magia


Estamos de reformas, pero mientras preparo la comida, quería dejar esto escrito para que no se me olvide. Aunque seguro que se vuelve a repetir. 
Yago encontró el otro día la magia en forma de música. De siempre le encanta. Siempre ha dormido escuchando música. Aún recuerdo las largas horas acunándole escuchando y cantando a Alejandro Sanz, Roxette, Alejandro Fernández, etc. O a su padre, con su potente voz cantando clásicos de la canción melódica. A mi misma, inventando nanas (de ahí viene el nombre del blog, por la inmensa cantidad de noches que llevo cantándole nanas a mi pescaillo... y a la luna. Aún hoy seguimos igual: Canta nanas mami. Y así espero seguir muchas noches más.
Pero a lo que iba, que me disperso. El otro día me dió un Cd para que se lo pusiera. Una selección de las obras de Karajan. Le pregunté sí estaba seguro porque normalmente quiere música para bailar y saltar como los locos. Pero como insistía se lo puse. No se esperaba lo que iba a escuchar. Pero tras su cara de sorpresa veo cómo cierra los ojos y empieza a mover su cabeza primero para seguir con todo el cuerpo al ritmo de la música. Estuvo así como cinco minutos, en trance, sonriendo, disfrutando. Yo le miraba embelesada. Cuando el lo consideró, abrió los ojos, sonrisa aún puesta y dice: Mami, esto uta mucho!! Quiero más!! Así qué le he sacado todos los cd's qué tengo de música clásica, celta, de adaptaciones y casi todos los días me pide escuchar alguno. El se regala momentos y me los regala a mi. Unos minutos de silencio donde sólo la música tiene cabida.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Una brujilla, un duende y la madre que los paríó


Es curioso lo que son los lazos de unión. No hablo de lazos de sangre, aunque es el caso, sino de esos hilos que nos mueven por la vida. Nos unen, nos desunen, nos vuelven a unir. Incluso nos remiendan, nos cortan, nos cosen de cualquier manera. A veces van unidos a fuertes velas que nos ayudan cuando vamos a favor del viento a ir más rápido por el sendero de la vida, o nos frenan irremediablemente a quedarnos en el mismo sitio durante mucho tiempo, cuando no nos hacen desandar el camino andado para aprender algo valioso que no vimos por las prisas de llegar a la cima.
Uno de esos lazos me unió a una persona cuando yo no tenía más que nueve años. 
La cosa es qué yo fui hija, nieta y sobrina única durante todo ese tiempo. Para mi eran todos los mimos,todos los caprichos, todos los consentimientos, y de repente, mis dos tías y mi madre se embarazan casi a la vez y nueve meses más tarde, la principita fue destronada. Ohhhhh, pero no. Yo estaba loca por tener una hermana. Pero bien es cierto que con el tiempo la diferencia de edad era insalvable. Ella empezó a ser niña cuando yo empecé a ser mujer, empezó el colegio cuando yo ya estaba en el instituto y creo que no empezamos realmente a entendernos hasta que yo me fui de casa de mis padres.
Obviamente todo esto hace que no te conozcas lo suficiente, que no se entiendan las diferentes maneras de pensar y que haya siempre una cierta distancia. Nunca compartimos juegos, ni amigos, ni salimos juntas de marcha, ni nos disfrazamos igual para ir a los mogollones en carnaval. Tan sólo recuerdo un concierto de Maná y anda que no ha llovido desde entonces!!
La cosa es que siendo yo ya madre de un niño de casi cinco años decide traer al mundo a una brujilla que pude ir a conocer cuando tenía unas semanas. Una pelona regordeta que me hizo llorar nada más verla. ¡Es hija de mi hermana! Pero sí mi hermana es una cría!! Y ha parido a esta cosa perfecta.
Ainara. Que primero fue croqueta para convertirse en brujilla. Rubia de ojos redondos y sonrisa de bruja, no podía ser de otra manera. Ainara, la golondrina que se viste como le da la gana y va por la vida sabiendo lo que no quiere. Que tiene pelos de loca y un pico para echarse a temblar. Mi preciosa sobrina. 
Y tres años y pico más tarde me dice mi hermana: aumentamos familia. Un embarazo perfecto pero el peque quiso venir al mundo antes de lo previsto. Mi pequeña hermana, que buscaba un parto aún mejor qué el que tuvo con mi sobrina, vio truncado el sueño cuando vieron que  el líquido venía teñido de meconio. Parió como quiso pero no pudo tener ese momento tan íntimo y especial cuando te ponen a tú hijo en tú tripa ya vacía. Recuerdo su llamada, llorando, no tengo al duende, está en la Ucin. Sólo pude sentir una tristeza inmensa y una rabia tremenda por no poder estar allí, abrazarla y consolarla, si es que eso es posible en situaciones así. 
4 días estuvieron ingresados. Qué ostias te da la vida. Cómo tuvo que cambiarle la perspectiva de tantas cosas. 
Al duende aún no he podido conocerle. La vida ha decidido darme ostias a mi por otro lado pero ya llegará el momento. Ayer cumplió un año. Más rubio aún que la bruja, y con ojos azules. Redondos también. Pero no son de bruja, ni de brujo. Son de pillo, de trasto, de un tío que va a ser feliz, lo tiene claro.
Y a estos dos peques me siento también tremendamente unida y se que compartiremos momentos inolvidables. 
Hermana, te quiero. Ya te dije ayer que nunca te lo digo. Hoy te lo repito. Gracias por poner en mi vida a una bruja y a un duende ;)