Manualidades con niños

sábado, 23 de agosto de 2014

Regalos de una mañana de sábado

Y es que la vida es para saborearla. A mi me gusta pensar que es como un delicioso trozo de chocolate. Hay veces que disfrutas comiéndotelo a bocaos y otras dejando que se deshaga en la boca e inunde tu boca en una explosión de sabor. 
Esta mañana ha sido una de esas últimas. He podido remolonear en la cama hasta que una linda sonrisa de ojos picantones ha venido a darme los buenos días y nos hemos puesto a jugar. "Me encanta correr, saltar y pum, pum, pum. Todo eso mami!!" Y es que son brutos mis dos pequeños. A cada cual más bruto. Y llega un momento en el que tenemos que cambiar de tercio y pasar del hard rock al pop o acabamos todos llenos de tirones de pelos, arañazos y algún que otro moratón. 
Así que de repente aparecen las hadas y hay que cazarlas, pero con cuidado, para no quitarles el polvo de hadas y puedan volar. Porque, claro, puede que alguna despistada no haya traído la bolsa de repuesto. Y shhhhh, sin gritar, porque se asustan con el ruido y se esconden. Consigo como 5 minutos de juego tranquilo, si llega. Luego ya empezamos a comer hadas y a imaginar que el desayuno está en el techo y hay que saltar para cogerlo y tooooodo se vuelve a desmadrar. Entonces llega el momento de salir de la cama y preparar un rico y aromático café para afrontar un día de carreras, de búsquedas de tesoros, de ayudantes de cocina, de desordenar aún más el desorden y de, cuando el sol ya esté bien dormido, cantarle nanas a la luna para que alumbre nuestros sueños.

jueves, 14 de agosto de 2014

Que cabrona eres vida. Cabrona e injusta

Hoy no te acepto. Hoy no te quiero. Hoy sufre una madre, toda una familia, como nunca. Sufrimos un montón de mujeres que también somos madres.
No es justo que hagas esto. No ahora. No a ella. Esta pequeña vino a sanar heridas pero tú las desgarras más. Ya te llevaste a otros. Ya basta. Ya hay demasiadas estrellas.
Y no me digas que es ley. Una mierda! Es una putada. La mayor putada.
Rubia, sólo puedo abrazarte. Llorar contigo. Consolar ésta injusticia con palabras suaves.
Lo siento tanto, tanto.
Mei, un montón de luces brillan por ti y por mamá. Tu madre es preciosa. Pero tú ya lo sabes. Eres querida y deseada. Rezo por ti.
Toda una tribu te piensa.