Manualidades con niños

lunes, 23 de junio de 2014

Verano que precede a una nueva etapa

El cole acabó. Acabó el viernes. Y empieza el verano. Atrás han quedado las rutinas de desayuno rápido, de salir de casa con la legaña pegada y empieza el disfrutarnos todos los días y a todas horas. 
Después de este verano dejaré de ser madre a tiempo completo. ¡Qué vértigo me da! Sé que Yago pasará a estar en buenas manos, porque conozco muy bien a su profe. Fue también la profe de Ethan, pero me muero de pena saber que no voy a disfrutarle tanto como hasta ahora. 
Ahora ya está preparado. 
Ahora ya busca a los niños para jugar con ellos y se divierte. Es un enamorado de sus dos queridas mellizas, Emma y Lucía a las que nombre TODOS los días. Pero también disfruta con Pedro, con Antonio, con Alba, con Lucía, con Paula. 
Ahora ya quiere tener amigos.
Ahora ya quiere ir al cole.
Ahora le están empezando a crecer las alas. 
Ahora toca afianzar esas pequeñas raíces que le han ido creciendo estos tres años para que se agarren bien a la tierra, a las piedras.


sábado, 21 de junio de 2014

Ethan y Yago Pies Sucios

Seguramente, muchas personas, sí vieran la planta de los pies de mis dos locos bajitos, me llamarían guarra. Es cierto. Están negras. De pelos de perro, de migas de pan, de meter los pies en el agua del perro y volver a meterlos allí donde los pelos y el polvo se acumulan por mucho que haya limpiado el día anterior.
Y probablemente esa misma gente se preguntará cómo puedo vivir en este caos absoluto. Porque da igual que ordene cuando ellos se acuestan. Sé que, según terminen de desayunar, el sofá estará totalmente desmantelado y se habrá convertido en un castillo hinchable con tobogán. Y sus risas y carcajadas harán que me termine de despertar, tras la segunda taza de café, con una sonrisa en los labios.
También mucha de esa gente me diría qué debería estar menos tiempo con mis hijos para no acabar todas las noches derrotada y con los nervios un pelin crispados :p. Pero yo soy feliz así. Porque estar con ellos es una satisfacción continua, un aprendizaje perpetuo.
Qué me llamen guarra, desordenada, desaliñada.
Yo siempre contestaré lo mismo: ¡¡Soy feliz!!